Las investigaciones indican que uno de cada seis australianos tiene alguna forma de pérdida de audición. Muchas personas con pérdida de audición experimentan un descenso de la autoestima y la confianza en sí mismas debido a su capacidad deficiente para comunicarse con otras personas. Tener pérdida de audición también puede limitar la capacidad de aprender a hablar un nuevo idioma.
La pérdida de audición se refiere a la reducción de la audición, que puede ser causada por una variedad de factores. Puede ser congénita o adquirida más tarde en la vida. Puede variar desde una pérdida auditiva leve hasta una pérdida auditiva profunda.
La pérdida de audición puede afectar a la vida personal y laboral
- Menos oportunidades educativas y laborales debido a la comunicación deficiente
- Aislamiento social debido a la reducción del acceso a los servicios y a las dificultades para comunicarse con los demás
- Problemas emocionales causados por una caída en la autoestima y la confianza.
Existen dos tipos principales de pérdida auditiva
La pérdida de audición «conductiva» es causada por obstrucciones o mal funcionamiento en el oído externo o medio. Puede ser causada por:
- Infecciones y disfunciones del oído externo o medio.
- Un tímpano dañado
- Cera del oído impactada.
La pérdida de audición «neurosensorial» es causada por el daño a las células ciliadas del oído interno. Puede ser causada por:
- Exposición a ruidos fuertes, como maquinaria o música ruidosa.
- Enfermedades como la meningitis
- Ciertos productos químicos y medicamentos, conocidos como medicamentos ototóxicos.
Otros trastornos del oído
- Tinnitus – ruidos o zumbidos en los oídos o en la cabeza
- Enfermedad de Meniere: los síntomas pueden incluir vértigo (mareos), tinnitus, pérdida de audición y náuseas.
- Neuroma acústico – tumores benignos en el nervio acústico.
Consejos para hablar con una persona con pérdida de audición
- Llama la atención de la persona.
- Mire a la persona de frente y párese cerca de ella.
- Tenga la luz en la cara y no se cubra la boca.
- Hable más despacio de lo habitual.
- Levante la voz si es necesario, pero trate de no gritar.
- Hable de manera expresiva y use movimientos de la cara, las manos y el cuerpo.
- Prepárese para usar lápiz y papel.